Muchas veces decimos “que se preocupe el yo del futuro” sin embargo, no nos damos cuenta del daño que nos hacemos utilizando esta frase, sobre todo cuando tratamos temas económicos o financieros. ¿Qué pasará con nosotros cuando seamos viejos y ya no rindamos igual para seguir trabajando?
Es necesario ver los tres supuestos que podrían pasar enfocándonos en una persona que no ahorro nada para su retiro, la otra que se jubilará con un retiro común y la última, la que planeó su retiro digno a través de un plan personal.
- Persona sin planeación:
Este individuo que nunca planeó su futuro, no trabaja para ninguna empresa, no cotizó semanas para su AFORE, etc. Está completamente perdida. Ya que tendrá muchos problemas en su vejez, probablemente dependa de sus hijos para sobrevivir, tendrá pocos ingresos y puede que tenga que seguir trabajando por el resto de sus días.
- Persona con un retiro común:
Si trabajas formalmente es muy probable que cuentes con un AFORE. Este instrumento es un apoyo que el gobierno nos otorga debido a nuestro trabajo. Con el paso del tiempo el AFORE ha sido meramente una herramienta obligatoria pero ya no nos garantiza un retiro digno como hace 20 o 30 años.
Las personas que tengan un AFORE y hayan realizado aportaciones voluntarias tendrán una mejor calidad de vida que una persona sin planeación. Tendrán una pensión mensual, no dependerán del todo de sus parientes, llevan un buen ritmo de vida a una edad avanzada y se pueden dar ciertos lujos de vez en cuando. Sin embargo, también están limitados en cuanto a dinero y tienen que sobrevivir con su pensión.
- Persona con un Plan Personal de Retiro:
Este ser humano fue el más inteligente. Invirtió desde los 30 años en un plan personal y después de 25 años encuentra la libertad financiera para su vejez. Vivirá de los frutos de sus inversiones a mediano/largo plazo, cuenta con una buena cantidad de dinero para poder utilizarla en lo que guste, tienen una vida holgada en cuanto a gastos y podrá realizar cualquier actividad que deseé en su futuro.
Por ello, es importante desde jóvenes comenzar a planificar nuestra estabilidad financiera para cuando seamos adultos. ¿Qué voy hacer cuando ya no pueda trabajar? ¿Mis ingresos me alcanzarán para cubrir mis gastos? ¿Tendré una vida digna? ¿Una salud excelente? Todas estas preguntas son las que debemos hacernos al pensar en nuestro futuro.
En Incrementáre contamos con un excelente plan personal de retiro, contamos con 2 modalidades en esta estrategia:
- Plan Deducible (art.151 LISR)
Si decides realizarlo en esta modalidad, puedes aprovechar los beneficios que nos brinda el gobierno mexicano con el artículo 151 de la Ley del Impuesto sobre la Renta en planes de Ahorro para el Retiro (65 años).
- Deducibilidad
Disminuir la base gravable, reduciendo así el pago de impuestos.
- Diferimiento
Posponer el pago del impuesto sobre los intereses reales hasta el momento en que éstos se retiren.
- Exención
Eliminación del pago del impuesto por cumplir ciertos requisitos (normalmente de edad y duración de la póliza).
- Plan NO Deducible (art. 93 LISR)
Si para ti no es indispensable hacer deducible esta estrategia, en esta modalidad puedes aprovechar el beneficio del artículo 93 de la Ley del impuesto sobre la Renta en Planes de Ahorro para el Retiro. (60 años)
- Diferimiento
Posponer el pago del impuesto sobre los intereses reales hasta el momento en que éstos se retiren.
- Exención
Eliminación del pago del impuesto por cumplir ciertos requisitos (normalmente de edad y duración de la póliza).
Conoce los beneficios adicionales con los que cuentan ambas modalidades:
- Flexibilidad: Se adapta a tus necesidades de vida y económicas
- Diversidad: 15 opciones distintas de Portafolios de Inversión
- Liquidez: Opción a Retirar dinero antes del vencimiento
- Confianza: Respaldo de Grupo Allianz (experiencia y estructura financiera)
- Bono de Fidelidad: Hasta 100% de lo que aportes en tu primer año.
- Ahorro Vitalicio: Hábito creado en 18 meses
- Plazo: 25 años (Extensión de Administración de cuenta)